Los 7 mejores protectores solares para bebés de 2023

Actualmente se pueden encontrar en el mercado un gran número de protectores solares especialmente elaborados para proteger la piel de los más pequeños. La mayoría de estas lociones se encuentran libres de parabenos y presentan una protección muy alta. No se recomienda la exposición prolongada al sol de los bebés menores de seis meses, pero a partir de esta edad existen diferentes lociones que pueden resultar muy interesantes para protegerlos del sol.

Los bebés menores de tres años no deberían utilizar cremas solares destinadas a los adultos ya que la mayoría de estos protectores incluyen parabenos u otras sustancias que pueden resultar perjudiciales para las pieles de los más pequeños. Así bien, a la hora de escoger y utilizar un protector solar en niños se deben tener en cuenta algunos puntos. En primer lugar se deben tener en cuenta las recomendaciones de los fabricantes en lo relativo a la edad. Si una crema no lo especifica, no será recomendable para menores de 3 años.

Las cremas especialmente indicadas para niños mayores de seis meses pueden utilizarlas los bebés de esta edad pero se deben valorar algunos riesgos, que no son relativos a la composición, sino que se podrían producir porque cuanto más pequeño sea el bebé más riesgo tendrá de quemarse o de que le dé una insolación si se expone mucho al sol, y es por ello que, además de utilizar la crema, lo mejor será que no se exponga demasiado al sol. Si no se puede evitar la exposición solar se deberá reducir al máximo y utilizar uno de estos filtros, pero además alguna protección física, como por ejemplo una camiseta y un gorro.

En cuanto al factor de protección ideal para los bebés, se deberá seleccionar el máximo, el factor 50. Cuanto mayor sea más lo protegerá, y menos aplicaciones necesitará. Como a los niños no les suele gustar lo de ponerse la crema, será mejor que tener que aplicarle un factor menor muchas veces. Aunque se trata de una crema de protección 50 se debe tener en cuenta que habrá que aplicarla a las dos horas si se continúa con la exposición al sol, o si el niño se ha bañado, ya que el efecto puede reducirse e incluso desaparecer por completo si la crema no es resistente al agua.

En cuanto a qué tipo de filtro solar es el más seguro, se debe valorar que existen los químicos y los físicos. Todos están probados en niños y por tanto son seguros (siempre que se elijan lociones de calidad), pero serán mejor los filtros físicos. Éstos aportan un tono blanquecino que a muchos niños no les gustan, pero no importa. Si el bebé es pequeño lo mejor es ponerle un filtro físico para protegerlo de forma eficiente, y evitar los químicos tanto como sea posible. Si tu bebé se queda de color blanco, más protegido estará, mientras cuando se le esté quitando, esto significará que le tienes que volver a poner crema o que debe dejar de tomar el sol porque ya ha estado expuesto demasiado tiempo. En cambio, si eliges un filtro químico, cuando te des cuenta de que el niño ya no está protegido es porque se estará poniendo rojo, y esto significará que se trata de una quemadura de carácter leve, así que definitivamente, para los bebés, los filtros físicos son la mejor opción.

Pero además, siempre se deben evitar algunos componentes a la hora de elegir un protector solar para bebés. Revisar siempre que puedas la composición de los productos que vayas a seleccionar y elige siempre las cremas que estén libres de parabenos y de perfumes. Por contra, será interesante elegir cremas que contengan productos especiales para proteger las pieles propensas a sufrir dermatitis atópica, como algún tipo de aceite rico en Omega 3 o la Manteca de Karité.